Nunca os hemos contado nada referente a la climatología y a los suelos de nuestras uvas. Esta vez vamos a contaros un poco de cada una de ellas.
Como bien sabéis, nuestra bodega trabaja con una selección de las mejores variedades de uvas y denominaciones de origen, como lo son Ribera del Duero, Verdejo y Cigales.
RIBERA DEL DUERO:
En cuanto a lo que suelo se refiere, podemos diferenciar las distintas zonas por su altitud: Teniendo así tanto zonas altas como zonas bajas.
En zonas altas abundan las capas calizas, que pueden llegar a alcanzar hasta metro y medio de grosor. Esto genera que el suelo sea más frío, ya que refleja la luz, y menos permeable, por lo que el agua que filtra no la retiene y se renueva más a menudo.
En zonas bajas y cercanas al río el suelo es más arcilloso. Esto provoca que sea más cálido, permeable y rico en nutrientes.
En cuanto a clima, es de tipo mediterráneo. Con bajas lluvias, veranos secos e inviernos largos y fríos.
Al haber tanta diferencia en verano entre el día y la noche, la uva ha desarrollado facultades para soportar mejor los cambios bruscos de temperatura, lo que la ha convertido en una variedad con una piel fuerte y robusta.
RUEDA:
El suelo de la uva verdejo es de carácter cascajoso (compuesto por pequeños guijarros o piedras que conforman el suelo), uno de los suelos que más agua filtran y con unas características únicas.
Lo que quiere decir que la uva verdejo siempre crece en tierras pardas, ricas en calcio y magnesio, fáciles de trabajar, pedregosas, con buena aireación y oxigenación de raíces y tierras, con buen drenaje, una de las mayores permeabilidades de todos los suelos, y su textura tiende a variar de arenolimosa (más granulada) a limosa (menos granulada).
Geográficamente, a la zona de Rueda le corresponde por latitud el clima mediterráneo, pero por su altitud, se declara como clima continental.
Este clima tiene inviernos fríos y muy largos, primaveras cortas con heladas tardías y veranos muy calurosos y secos (alterados por algunas tormentas intermitentes).
Por otro lado, la diferencia de clima entre el día y la noche es el secreto del equilibrio entre el azúcar que la uva gana al sol y la acidez que no pierde en la oscuridad de la noche.
CIGALES:
El suelo de la uva Cigales está formado por sedimentos terciarios y cuaternarios: Unas arenas, calizas y gredas yesíferas, que reposan sobre arcillas y margas.
El suelo tiene una estructura granular débil, de fina o media densidad de tierra, con escasa pedregosidad y prácticamente carente en su totalidad de materia orgánica.
En general este tipo de suelos contiene más que suficiente potasio pero es bastante pobre en aportes de fósforo.
El clima es continental atlántico, por lo que no es apto para cualquier uva.
Este clima se le conoce por ser un clima muy extremo, con cambios muy bruscos de temperatura y condiciones tanto entre el día y la noche como entre verano e invierno. Los veranos son muy secos y calurosos y los inviernos son fríos e igual de áridos, incluyendo algunas nevadas y otras precipitaciones.
Todo esto hace que la vid adquiera ciertas características únicas por su necesaria adaptación, y por consecuencia, la uva tomará este matiz adaptativo que se reflejará en su cuerpo y sabor.
Como conclusión podríamos subrayar la importancia de las denominaciones de origen, que no se trata solo de una etiqueta o de un sobrenombre, se trata de una manera de hacer las cosas, de entender la uva y las regiones en las que se cultiva. Cada zona regional de denominación tiene unas características de clima y de suelo únicas y es por eso que en algunas zonas algunas uvas son mas propicias al crecimiento que otras y por eso hay diferentes variedades de uvas.
Puedes aprender y estudiar todo lo relacionado con el mundo vitivinícola, pero no hay una mejor manera de aprender este mundo que viniendo a verlo en persona a nuestra bodega.